lagunas glaciares “permanentes” del Parque Nacional de Sierra Nevada

Primeros datos sobre el inventario y caracterización morfométrica
de las lagunas glaciares “permanentes” del Parque Nacional de
Sierra Nevada (Granada)
Castillo Martín, Antonio(1), Benavente Herrera, José(2) e Hidalgo Estévez, Mª del Carmen(3)
(1)
CSIC e Instituto del Agua (Univ. Granada). C/ Ramón y Cajal, 4. 18071Granada. Correo
electrónico: acastill@ugr.es
(2)
Instituto del Agua (Univ. Granada). C/ Ramón y Cajal, 4. 18071 Granada. Correo electrónico:
jbenaven@ugr.es
(3)
Departamento de Geología. Universidad de Jaén. Escuela Universitaria Politécnica de
Linares. Correo electrónico: chidalgo@ujaen.es
Palabras clave: Sierra Nevada, lagunas glaciares, inventario, morfometría
RESUMEN
El Parque Nacional de Sierra Nevada posee cerca de 40 lagunas de aguas
prácticamente permanentes, catalogadas como zonas de reserva, sobre las que
existe poca información de base. Los autores vienen desarrollando desde el año
2002 una investigación sobre ellas, cuya finalidad es instaurar una sistematización
de medidas hidrológicas que puedan cuantificar el cambio climático a nivel local y
regional. Este artículo presenta el inventario y caracterización morfométrica de las
lagunas, a partir de trabajos de campo y de medidas sobre fotografías aéreas de alta
resolución.
Las lagunas se hallan situadas en una franja altitudinal comprendida entre
2.690 y 3.100 m. La superficie total de lámina de agua ocupada por las lagunas
consideradas es del orden de 15 ha, lo que equivale a una extensión media de 0,33
ha. La longitud total de orillas medida fue de 8,5 km. El coeficiente de circularidad
medio obtenido fue de 0,64.
INTRODUCCION
El macizo de Sierra Nevada (fig. 1), de 2.000 kmde extensión, es un espacio
de alta montaña de enorme valor ambiental. En 1986 fue declarado Reserva de la
Biosfera, en 1989 Parque Natural y en 1999 Parque Nacional (altas cumbres). La
altitud, paisaje y morfología glacial del macizo son algunos de sus atractivos más
apreciados; y entre los elementos paisajísticos y morfológicos destacan las lagunas
glaciares, cuyo reconocimiento les ha valido la máxima protección, como zonas de
reserva dentro del Parque Nacional.

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N
0
10
20 Km
Veleta
Mulhacén
3.398 m
3.482 m
Guadix
Almería
GRANADA
Orgiva
S ev ill a
3º 15’ W
37º N
SIERRA NEVADA
Sª Nevada
Estación
Solynieve
La
R
ío
n
jaró
n
R
ío
P
o
q
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e
ira
R
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R
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Río
Dí la
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R
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1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
11
12
1314 15
16
17
18
19 20
21
22
23
24
25
26
27
28
29
30
31
32
33
34
35
36
37
38
39
40
Figura 1.- Mapa de situación de las lagunas de aguas “permanentes” de Sierra
Nevada. La relación de las lagunas puede consultarse en la tabla 1
Son numerosísimas las lagunas, lagunillos y charcas, la mayor parte
efímeras, que se originan al final del deshielo en los circos, depresiones y cubetas,

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de diferentes tamaños y formas, que conformó la acción glaciar y periglaciar en
Sierra Nevada; estas depresiones se sitúan preferentemente en las cuencas altas,
entre 2.700 y 3.100 m de altitud. En esas formas tipo “cuchara”, más o menos
cerradas, quedan atrapadas aguas de deshielo y de surgencias (“borreguiles” en el
argot local), que generalmente desbordan por emisarios, aunque también existen
algunas lagunas cerradas. Una treintena mantienen lámina de agua de forma
permanente.
Pese al interés de las lagunas, y del agua en general, en el Parque Nacional
de Sierra Nevada, la hidrología del macizo se conoce a un nivel muy desigual
(Castillo, 1985, 1993 y 2001; Castillo et al., 1996 y 1999; Pulido et al., 1996). A
escala de detalle, la información que se posee es aún pobre; las lagunas son un
ejemplo paradigmático de este déficit de conocimiento; baste decir que no se
conocen sus dimensiones precisas, ni existen mediciones de niveles o caudales, e,
incluso, que algunas de ellas carecen de nombre o, lo que es peor, estos son
múltiples y confusos. Al respecto, se está realizando un estudio toponímico, a través
de fuentes documentales y de tradición oral, que verá la luz próximamente.
En este artículo se intentan cubrir parte de esas carencias, sentando las
bases de un primer catálogo detallado de las lagunas más notables de Sierra
Nevada. En él se incluyen únicamente las de aguas prácticamente permanentes, así
como las de superficie superior a 0,04 ha a principios de verano (fig. 1 y foto 1); no
obstante, algunas, las más pequeñas, llegan a secarse al final del estiaje de años
excepcionalmente secos. Desgraciadamente, tenemos la impresión de que existe un
retroceso de niveles y caudales, y que algunas lagunas mayores podrían llegar a
agotarse también en años próximos, constituyendo un evento histórico en la
hidrología reciente de Sierra Nevada.
Entre los datos que se exponen figuran: nombre, cuenca, coordenadas UTM,
altitud, superficie, longitud (máxima), anchura (promedio), profundidad (máxima),
perímetro, coeficiente de circularidad y tipo. Todas las medidas morfométricas están
tomadas en aguas altas (Julio de 2000); esa precisión es importante, porque la
forma y dimensiones varían sensiblemente conforme avanza el estiaje, si bien
algunas lagunas abiertas mantienen su forma permanentemente (lagunas del tipo A
en la tabla 1). Las medidas asignadas a las lagunas cerradas (sin emisario; tipo C)
deben considerarse sólo a efectos aproximados, porque sus dimensiones, aún en
aguas altas, varían con la pluviometría anual y a lo largo del estiaje.

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Foto 1.- Modelo digital de las altas cumbres de Sierra Nevada con la situación de las
40 lagunas consideradas (ver figura 1 y tabla 1)
MORFOMETRIA DE LAS LAGUNAS DE SIERRA NEVADA
En la tabla 1 se exponen los principales parámetros morfométricos obtenidos
para las lagunas de aguas “permanentes” y superficie superior a 0,04 ha de Sierra
Nevada. Aunque se exponen los datos de la laguna de las Yeguas, estos no han
sido tenidos en cuenta para el presente artículo, al tratarse de una laguna
modificada por una pantalla de cierre.
Los datos referentes a coordenadas, superficie, longitud, anchura y perímetro
fueron obtenidos de ortofotos aéreas (Junta de Andalucía, 2004), trabajando a
escala 1:2.000. La altitud fue obtenida a partir de un modelo digital del terreno (con
resolución de 20x20 m), una vez trasplantadas al mismo las lagunas a través de sus
coordenadas; pese a que el procedimiento auguraba una buena precisión, en la
práctica se detectaron irregularidades en las cotas (pe. La Gabata aparecía 10 m
más alta que la Larga); a pesar de ello, hemos mantenido las cotas obtenidas, con
ligeros retoques en algún caso; el establecimiento de cotas a través de los mapas
topográficos tampoco resultó ser un método preciso. Así pues, queda pendiente para
próximos trabajos obtener las cotas de todas las lagunas con un GPS de precisión.
La profundidad máxima de las lagunas es una medida poco conocida y fue tomada

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de los trabajos de Fernández Durán (1993) y Morales et al. (1999); la batimetría de
las lagunas es también un tema pendiente, que permitiría la estimación de los
volúmenes almacenados en cada momento. El coeficiente de circularidad se obtuvo
de la relación A/Ac, en donde A es la superficie de la laguna, y Ac la superficie del
circulo de igual perímetro al medido para la laguna en cuestión. Por fin, el tipo de
laguna responde a su funcionamiento hidrológico, comprobado en los
reconocimientos de campo realizados a lo largo de los últimos años.
Tabla 1.- Datos morfométricos de las lagunas de aguas “permanentes” de Sierra
Nevada tomados en aguas altas (Julio de 2000; A.- Altitud; S.- Superficie; L.-
longitud máxima; A.- anchura promedio; P.- perímetro; Cc.- Coeficiente de
circularidad; p.- profundidad máxima; tipos: A.- Laguna abierta; At.- abierta
temporalmente; C.- cerrada)
Con la información altitudinal disponible (que debe tomarse con reservas por
lo anteriormente expuesto), puede decirse que la laguna más alta es la del Corral ,
con 3.100 m; las más bajas son las del Puerto, Molinillo y lagunillo Misterioso, con
cotas de 2.690 a 2.700 m. La altitud media de las 39 lagunas consideradas es de
2.910 m, de 2.933 m para las 30 lagunas de la vertiente Sur y de 2.839 m para las 9
de la vertiente Norte. En la figura 2 se expone una distribución jerarquizada de las
lagunas por altitudes.
2.400
2.500
2.600
2.700
2.800
2.900
3.000
3.100
3.200
34 9 24 17 19 20 10 12 25 21 3
2
4 11 13 5 35 26 36 6 14 27 31 7 18 28 23 8 22 30 15 16 32 33 29 40 1 38 39
Lagunas
A
ltitu
d
(m)
Figura 2.- Distribución de lagunas por altitud

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La superficie de las lagunas tampoco era un dato bien conocido; en el trabajo
de Morales et al. (1999) se establecieron valores para 28 lagunas medidos sobre
fotografía aérea convencional. El método ahora empleado (su medición sobre
ortofotografía aérea a 1:2.000) debe tener mayor precisión. La inmensa mayoría de
las lagunas de Sierra Nevada, el 95%, presentan una superficie inferior a 1 ha; sólo
2 superan esa medida: La Caldera, con 2,34 ha y la Larga, con 2,13 ha (sin
considerar a las Yeguas, con 3,20 ha, por los motivos ya citados). Así pues, cabe
concluir, que las lagunas de Sierra Nevada son de pequeña extensión, realmente
lagunillos, nada comparables en extensión a las ofrecidas por las lagunas glaciares
(más bien lagos) de otros sistemas de alta montaña de España, y, especialmente, de
los Pirineos.
La superficie media de las 39 lagunas consideradas es de 0,33 ha; la media
para las lagunas de la vertiente Sur fue de 0,32 ha, y de 0,35 ha para las de la
vertiente Norte. En la figura 3 se expone una distribución jerarquizada de las lagunas
por superficie.
0
0,5
1
1,5
2
2,5
17 32 5 15 20 31 30 2 8 16 18 24 25 11 10 7 28 29 13 6 34 1 21 27 33 9 35 3 22 4 23 19 36 38 26 14 12 39 40
Lagunas
S
u
pe
rfic
ie
(h
a
)
Figura 3.- Distribución de lagunas por superficie

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Otros datos morfoméricos como longitud o anchura son sólo aproximados, en
el caso de la longitud máxima por las irregularidades de las orillas, y en la anchura
por la dificultad, además, de establecer la transversal media; no obstante, orientan
sobre las dimensiones y forma, más o menos alargada o circular de las lagunas,
aunque a ese respecto es mucho más ilustrativo el coeficiente de circularidad, sobre
el que se discute más adelante. La laguna más larga es la del mismo nombre, con
270 m, seguida por La Caldera (202 m) y La Hondera (160 m). La longitud y anchura
medias obtenidas fueron de 80 y 37 m, respectivamente.
El perímetro fue medido a escala 1:2.000 (como se sabe, el perímetro
depende de la escala escogida). Las longitudes de orilla más grandes fueron
aportadas por las lagunas Larga (671 m), Caldera (600 m) y Hondera (472 m). Como
dato curioso cabe mencionar que la longitud total de orillas de las lagunas
consideradas fue 8,5 km, equivalente a un perímetro medio de 224 m. En la figura 4
se expone una distribución jerarquizada de las lagunas por perímetros o longitud de
orillas
0
100
200
300
400
500
600
700
800
32 17 15 20 5 30 2 31 8 24 16 3 25 18 11 29 7 10 9 28 13 27 6 35 34 21 38 33 1 23 12 22 36 39 4 19 14 40 26
Lagunas
P
e
rím
e
tro
(m
)
Figura 4.- Distribución de lagunas por longitudes de orillas
La forma de las lagunas es tema que suscita siempre opiniones y comentarios
diversos; algunas han tomado el nombre de sus formas o dimensiones
características (Larga, Cuadrada…), y todas tienen una forma singular y
característica, que varía, algunas veces radicalmente, en las lagunas que no
mantienen un nivel constante, y especialmente en las cerradas. A efectos

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morfológicos, es muy indicativo el coeficiente de circularidad (relación entre el área
real y el área que tendría un círculo de igual perímetro al medido). En general, las
lagunas de la sierra son relativamente circulares, como corresponde a depósitos de
agua asentados en el fondo de antiguos circos o cubetas glaciares; entre las de
relación superior a 0,80 estarían la del Puerto (0,93) Peñón Negro, La Caldera,
Cuadrada y la Siete Lagunas I. Por el contrario, las más alargadas corresponderían
a los lagunillos de Juntillas y de La Virgen. El coeficiente medio para las lagunas de
Sierra Nevada es de 0,64, de 0,65 para la vertiente Sur y de 0,60 para la vertiente
Norte. En la figura 5 se muestra la distribución jerarquizada de las lagunas por
coeficientes de circularidad.
Figura 5.- Distribución de las lagunas por coeficientes de circularidad
0
0,1
0,2
0,3
0,4
0,5
0,6
0,7
0,8
0,9
1
1 26 16 10
17
28 34
5 22
4
6
18
31
7
13
19
11 30 33
2
8
21 25 14 36 32 40 24 23 29 39 27 35 12
20
9
15
38
3
Lagunas
Cc

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Foto 2.- Una típica laguna abierta, con emisario permanente, la laguna del
Mulhacén, más conocida como La Mosca
Foto 3.- Una típica laguna cerrada, sin emisario (se descarga a través de una laguna
vecina, La Gabata), la Laguna Larga

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CONCLUSIONES
El presente artículo establece un inventario de las lagunas de aguas
prácticamente permanentes de Sierra Nevada con más de 0,04 ha de superficie de
lámina de laguna al final del deshielo. En total son 40 las lagunas consideradas, para
las que se citan sus nombres toponímicos (cuando se ha podido), datos de
localización, tipología hídrica y las principales medidas morfométricas. La toponimia
es un tema esencial, sobre el que, sorprendentemente, aún quedan aspectos que
trabajar; algunas lagunas carecen de nombre conocido, o los que tienen son
improcedentes o confusos. Del mismo modo, la cota y batimetría de las lagunas sólo
se conocen de forma aproximada.
Los datos obtenidos muestran que las lagunas se hallan situadas en una
estrecha franja altitudinal, comprendida entre 2.700 y 3.100 m. La superficie total de
lámina de agua ocupada por las lagunas consideradas es del orden de 15 ha, lo que
equivale a una extensión media de 0,33 ha, mientras que la longitud total de orillas
medida fue de 8,5 km. El coeficiente de circularidad medio obtenido fue de 0,64,
indicativo de formas relativamente redondeadas, como corresponde a la ubicación
de la mayoría de las lagunas en el fondo de circos y cubetas glaciares.
En definitiva, las lagunas de Sierra Nevada son de pequeña extensión,
realmente lagunillos, nada comparables en extensión a las ofrecidas por las lagunas
glaciares (más bien lagos) de otros sistemas de alta montaña de España, y,
especialmente, de los Pirineos. Además, la estabilidad de sus niveles de agua es
muy frágil; son pocas las que mantienen permanentemente la cota de la lámina de
agua, y la tendencia que parece intuirse va en la dirección de un progresivo
descenso de niveles. Para confirmar esta hipótesis, se trabaja en el control periódico
de niveles y aforo de caudales.
AGRADECIMIENTOS
Los autores quieren expresar su agradecimiento a Luis O’Dogherty, Manuel
Jiménez Castillo, Juan de Dios Miranda, Esperanza Jiménez y Miguel Navarro, por
sus trabajos de campo. Al Parque Nacional de Sierra Nevada por los permisos,
información y facilidades concedidas para realizar esta investigación. Al guía del
Parque Nacional Antonio Muñoz por la valiosa información de campo suministrada.
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